La industria de la construcción, un pilar fundamental en el desarrollo de infraestructuras y, por ende, en el crecimiento económico, está experimentando una transformación significativa gracias a la digitalización. La implementación de tecnologías digitales ha redefinido los procesos operativos, mejorando la calidad, seguridad y eficiencia en los proyectos, y destacando principalmente en tres variables cruciales: ahorro, rapidez en la gestión y toma de datos más precisa.
El ahorro se ha convertido en una ventaja destacada de la digitalización en la construcción. La gestión financiera de los proyectos de construcción ha sido optimizada gracias a la capacidad de realizar un seguimiento detallado de los gastos y de identificar áreas de ahorro potencial, permitiendo una asignación de recursos más eficiente y estratégica. Según McKinsey, la transformación digital puede resultar en ganancias de productividad del 14 al 15% y reducciones de costos del 4 al 6%, cifras que no solo son prometedoras, sino que también son indicativas del impacto positivo que la digitalización puede tener en la gestión financiera de los proyectos de construcción.
La rapidez en la gestión es otra variable que ha sido positivamente impactada por la digitalización. La comunicación en tiempo real entre todas las partes interesadas en un proyecto ha permitido una toma de decisiones más ágil y fundamentada. Un caso ilustrativo es el de Unitised Building, mencionado por Deloitte, que utilizó tecnologías existentes de maneras innovadoras para resolver problemas de construcción en lugares previamente considerados no desarrollables. Este caso demuestra que la utilización estratégica de la tecnología puede superar obstáculos previamente insuperables y acelerar la ejecución de proyectos, permitiendo que los proyectos se completen en plazos más cortos y con una gestión más eficiente.
Por último, la toma de datos más precisa ha sido crucial para mejorar los estándares de calidad y seguridad en los proyectos. La digitalización ha permitido realizar inspecciones en tiempo real, notificar instantáneamente riesgos y accidentes, y gestionar de manera eficiente los protocolos de seguridad y calidad. La capacidad de identificar y rastrear defectos, y tomar decisiones informadas rápidamente, ha sido esencial para garantizar la entrega de proyectos que cumplen con los más altos estándares de calidad y seguridad. La precisión en la toma de datos no solo mejora la calidad del proyecto, sino que también asegura que los recursos se utilicen de manera óptima y que los riesgos se gestionen de manera efectiva.
En conclusión, la digitalización en la construcción ha emergido como un pilar fundamental que redefine los procesos y establece nuevas formas de trabajar, impactando positivamente en el ahorro, la rapidez en la gestión y la toma de datos más precisa. La industria de la construcción, al adoptar estas tecnologías, no solo está avanzando hacia un futuro más innovador y eficiente, sino que también está estableciendo nuevos estándares que serán fundamentales para el desarrollo sostenible de nuestras ciudades y sociedades en el futuro.